Manuel Eiris: Para abrir la entrevista te diré que considero tu trabajo ejemplar en cuanto a modos de hacer, de construir, desviados de los requerimientos de la sociedad mercantil. Pero que, a diferencia de otras propuestas en esa línea, citaré a Eskorbuto o a Álvarez Rabo para entendernos: no tratas de hacer política con ello, de adoptar una posición de confrontación hacia algo o hacia alguien, sino que simplemente haces, operas y, como residuos tal vez, sacas a la luz dichos desvíos a lo que la sociedad desea de nosotros. ¿Qué me puedes decir en torno a esto?
Fela Borbone: Gracias por tus apreciaciones, las considero muy acertadas, si bien no suelo meditar mucho sobre ello. Comencé a transformar y construir objetos cuando era niño, cuando no hacía falta un motivo concreto para hacer las cosas. Al parecer no he crecido mucho en ese aspecto. Quizá si las hubiera estudiado y tuviera un trabajo relacionado con ello tendría que darles otro enfoque.
M.E: Ya, un enfoque orientado a requerimientos de terceros. Lo mismo te ha pasado con el Rock and Roll, ¿no? Quiero decir, ¿has aprendido música de la misma forma?, probando y tocando desde el aquí y ahora, un aquí te pillo y aquí te mato, contando con lo que se dispone tanto en lo material, como también con la destreza que se posee. Lo digo porque en el documental de Borbones dices que al principio intentabais hacer rock and roll aunque no siempre lo conseguíais.
F.B: No he estudiado nunca música en serio, excepto las lecciones de flauta de la EGB. Para tocar y componer siempre lo he hecho de oído, como la mayoría de los músicos de rock. Lo que no cuadra como "auténtico rock and roll" es el sonido, que puede pasar más por industrial o experimental, pero los directos fueron sin duda muy rockeros.
M.E: Por lo que conozco del diseño de las carátulas de Ulan Bator: El Caga-Traga y el LP VinilÌsimo, y también del recopilatorio de la Cagarruta, haces también obra visual. Supongo que si, pero ¿has hecho más diseños? ¿Cuáles?
F.B: Me gusta dibujar, sobre todo comics, pero no tengo tiempo para dedicarme a ello. También me interesa hacer fotos y montar videoclips de mi música, por supuesto hecho a lo loco. También he hecho carteles para mis actuaciones y algún tatuaje.
M.E: ¿cuál es tu relación con el arte visual? ¿Pintas, dibujas habitualmente?
F.B: En los 80 estudié Artes y Oficios, creo que tres años o así. Me había gastado un dineral en sprays, tramas, transferibles, rotrings, papeles y todas esas cosas que se usaban antes para el diseño gráfico. En ese momento llegaron los ordenadores, y un Macintosh era entonces tan caro como un coche. Además, eso de diseñar por ordenador sonaba algo rarísimo, como si hubiera que aprender matemáticas. Abandoné los estudios y me fui de casa.
M.E: ¿Y con el de la edición? Aparte de los tres números (porque son tres ¿no?) del Rock and Roll por el puto morro, ¿has hecho más cosas?
F.B: Hay tres en castellano y uno en Inglés. Cuando empezé con Ulan Bator Trio, después de los conciertos siempre venía gente a preguntarme cómo funcionaban las guitarras, pues les sorprendía que no llevaran pastillas y echaran chispas. Me veía obligado a dibujar y explicar el sistema, cosa que en estado de embriaguez es bastante complicado. Por eso llevaba los dibujos ya hechos, con su explicación escrita al pie, para entregar a los curiosos. De ahí salieron los manuales "rocanrol por el puto morro"
M.E: Y con el verso. Todas las letras desde Ulan Bator a nuestros días (con excepción de California Uber Alles), las has escrito tú. ¿Es así?
F.B: Bueno, en Ulan Bator Trio todos hacíamos todo, las letras salían de las ideas de los tres. Al final tenía que hacerlas rimar yo (o no), pues era el que al final las cantaba. Ahora tengo que apañármelas solo y me cuesta mucho más.
M.E: Has sacado también en Alehop el EP “La alegría de cantar”. ¿El título tiene algo que ver con Matisse con el viva la vida? Por cierto, ¿está ya agotado o todavía se puede conseguir?
F.B: Compuse "la alegría de cantar" para Eurovisión, y pensé que era el mejor tema para ese propósito. Al final solo hicieron 300 copias, y volaron en 2 meses.
M.E: ¿Has grabado más cosas recientemente aparte de este EP?
F.B: Me han ofrecido grabar más, pero en teoría tenía pensado dejar de tocar con el Mierdofón para hacer otras cosas, pero al final siempre acabo actuando otra vez por una razón u otra, esto es como el tabaco. Pero no pienso grabar nada más, (bueno, ya veremos).
M.E: ¿Puedes contarnos cosas del proceso de grabación? Porque ahí ya no te fabricas los instrumentos de grabación ¿no? De ser así, Fela Borbone y su Mierdofón sería algo más para ser visto y oído in situ, ¿me equivoco?
F.B: He tenido el honor de grabar en Circo Perrotti (Gijón), uno de los estudios con equipo vintage más prestigiosos de Europa, con Jorge Explosión y Mike Mariconda como productores. Ya nos conocíamos de antes y fue muy divertido, comimos, bebimos y reímos un montón. Hicieron un gran trabajo.
Hay mucha diferencia entre oír un disco y ver un directo, en mi caso muchísima. Ver un concierto es más estimulante, pero un disco puedes oírlo cuando quieras. Son cosas distintas, cada una con sus ventajas e inconvenientes
M.E: ¿Dónde y cómo grabas y grababais (Borbones, Ulan Bator...)?
F.B: Lo de grabar con equipos analógicos no es por capricho, si hecho con ordenador sonase lo mismo, sería estupendo, pues simplificaría mucho las cosas. Hemos grabado en estudios digitales modernos con técnicos expertos, pero la diferencia es brutal. Parece grotesco que lo diga el que toca esta mierda de instrumentos que suenan a pedo. El primer EP lo grabó Tele (batería del grupo Triana) en un equipo de cinta, y ningún otro disco de Ulan Bator Trio ha sonado igual ni de lejos. El sonido digital es hueco por mucho que se comprima y se le ponga reverb. Siempre hemos grabado en vinilo, y yo con el Mierdofón también, si alguien quiere CD, que se lo descargue de internet.
M.E: ¿Hay algo editado de Borbones? ¿Y de De Royal Canin? (supongo que no...)
F.B: Como Royal Canin hay una canción en un recopilatorio de Fan Comic (Malvarrosa Beach), y como Los Borbones en "La cagarruta sónica" (La China). No recuerdo en que año fue, lo siento.
M.E: ¿Ya sólo tocas en solitario u os reunís alguna vez para tocar los antiguos miembros de Borbones?
F.B: Desde que dejamos de tocar oficialmente, nos hemos vuelto a juntar en varias ocasiones, pero vamos a esperar a ser más viejos para volver a hacerlo.
M.E: ¿Cuántos modelos de Mierdofón has producido? ¿Podrías introducirnos brevemente las particularidades y diferencias de cada uno?
F.B: Ha habido tres modelos, han sobrevivido dos, pues con los restos del primero hice el segundo.
El primero pesaba mucho y era complicado de montar y transportar. Tocaba los tambores con una combinación de motor (que cargaba un muelle) y un electroimán (que lo soltaba). Era más que nada, un experimento.
El segundo precisamente lo estrené en Utrech (en el festival Feest ad Werf), cuando colaboraba con el grupo de teatro holandés Odd Enjinears. Tenía que poder transportarse en avión y ser más ligero. Las baquetas eran accionadas por electroimanes.
El tercero es más ligero, más feo y tiene menos lucecitas que los demás, pero es el más portable, fiable y rápido de montar. Usa cabezas de disco duro para tocar la percusión, que no tiene tanta fuerza, pero al fin y al cabo no tiene mucha importancia, pues los tambores llevan fonocaptores piezoeléctricos y son amplificados.
M.E: ¿Cómo te las apañas para facturar en el avión el Mierdofón? ¿No sale muy caro?, ¿no es muy frágil?
F.B: La Maleta del Mierdofón 2 la hice con aluminio y espuma, muy ligera, pero de tanto viajar ya empieza a parecer una albóndiga. Con el cacharro dentro pesa unos 22 kg, a partir de 20 hay que pagar sobrepeso en la mayoría de las compañías aéreas, por lo que había de llevar aquellas piezas menos sospechosas en el equipaje de mano (el Amstrad, el monitor...). La maleta del tercero está hecha de plástico y espuma. Con ella solo llevo 17 kg aprox., así que aún puedo llevar calzoncillos de repuesto cuando voy de gira. Ambas han soportado bien los viajes y aunque el Mierdofón me ha dado algunos sustos a veces, nunca he tenido que cancelar una actuación por avería.
M.E: ¿Cuál es el sitio más bizarro en que has tocado?
F.B: Recuerdo con especial cariño las fiestas patronales de Matadeón de los Oteros (León). La gente de ese pueblo es majísima. Hubo conciertos toda la noche, pero a mí me habían reservado el "pasacalles".A eso de las 6 de la mañana, cuando todo el mundo estaba bien borracho, me subieron a un andamio con ruedas, provisto de equipo de sonido y generador de gasolina, y me pasearon por todo el pueblo empujando los de atrás y estirando los de delante. Durante la hora y media que duró el acto, no paré de tocar, a pesar de que solo tenía un repertorio de 45 minutos. Ante mi, un tractor arrastraba un coche de desguace pintado de policía que los mozos y mozas del pueblo destrozaron a palos, entre bailes y gritos de euforia. Todos lo pasamos pipa, ¡y nadie lo grabó en video!
M.E: Y ahora la pregunta inevitable. ¿Por qué lo de presentarte a Eurovisión? Por cierto no te voté, porque se me pasó el plazo. Un día tomando cañas me lo dijo un amigo pero ya se había pasado el plazo.
F.B: Ni yo mismo me voté, el sistema de votación era aberrante. Estaba claro que sin publicidad no tenía ninguna posibilidad. Fue una buena excusa para componer una canción y hacerme un poco de propaganda.
M.E: ¿En qué modos y maneras consideras que tu trabajo se relaciona con la idea de ruina?
F.B: En el sentido económico se identifica plenamente. En otros aspectos ni lo busco ni lo evito.
M.E: ¿Te consideras más un artista o un artesano?, ¿o alguna otra cosa en lugar de estas?
F.B: Sin duda un artesano. Estuve pensando largo tiempo como definirme brevemente cuando diseñé mi tarjeta de visita. Al final me otorgué el título de Artesano Electrónico. Por cierto, a ver cuando me acuerdo de ir a la imprenta.
M.E: En la traducción al español de El Pensamiento Salvaje de Levi-Strauss, Francisco González Aramburu define Bricoleur como aquel que obra sin plan previo y con medios y procedimientos apartados de los usos tecnológicos normales. No opera con materias primas, sino ya elaboradas, con fragmentos de obras, con sobras y trozos. ¿Te identificas con esta definición?
F.B: En cierta manera sí. Plan previo suelo tener, aunque al final salga algo distinto a lo previsto. Algunos de mis procedimientos son más normales y otros más bizarros. Los hombres prehistóricos y las personas que viven salvajes en la naturaleza, se tienen que apañar con ramas y trozos de animales para construir sus objetos. No tienen la suerte de disponer de materias primas tan flipantes como las que nos brindan las basuras de la sociedad industrial.
M.E: ¿Es más difícil acceder a esas basuras ahora que antes? Lo digo porque hace unos años había talleres de técnicos que reparaban electrodomésticos donde igual te podían dar piezas que les sobraran, ahora ya apenas reparamos nada por lo que esta gente ya no tiene su negocio. Todo va a la basura. Basura que puede ser· reciclada en un rincón muy verde, pero según muchas reglas. Quiero decir, si vas al basurero municipal preguntando por tubos de televisores o motores de lavadoras, igual te dicen que no, que sí los tienen y a montones, pero que no tienen autorización para dejarte coger nada. ¿O, por el contrario, ahora está mejor el panorama porque cada vez hay más cachivaches? ¿Ebay vale como almacén de provisiones?
F.B: En Valencia hay buenas basuras por la calle, cada vez mejores, no hace falta ir al ecoparque. De todos modos en algunos pueblos no los tienen cerrados y se puede entrar, o entro diciendo que voy a tirar algo, y una vez allí cojo lo que quiero. No les suele gustar que me meta en los contenedores, pues es peligroso caerse y clavarse algo, hay que ir con picardía y hacerlo cuando no miren. Si te pillan, pides perdón y no pasa nada. He comprado alguna vez en e-bay cosas que de otro modo no es posible, pero prefiero mil veces el rastro de Valencia, es una de las razones por las que vivo aquí.
M.E: Desde mediados de los noventa se viene hablando de la interactividad en arte y en política como un recurso desactivado. Tenemos opinión, podemos acceder al mensajero y responderle, pero nuestras respuestas o caen en saco roto, en el vacío abismal (por ejemplo internet), o bien el emisor ha aprendido como darles la vuelta, cambiarles el sentido y hacer de una contra respuesta otra nueva arma de propaganda. Por ejemplo el fenómeno de la Raza Zara que cantaban Bananas, nuevos consumidores alienados de camisetas de grupos punkies, palestinas, etc.
¡¿A dónde vamos a parar?! ¡Qué impotencia! Tal vez propuestas menos pretenciosas y humildes como tú y el mierdofón, Borbones, Ulan Bator, al final sean más dañinas para el sistema que todos esos movimientos antiglobalización y demás ralea. No me voy a comprar una guitarra porque me la puedo hacer: y que se joda Fender. ¿Consideras el primitivismo como un acto contestatario o de rebelión, aunque no pretendas adoctrinar a nadie con ello?
F.B: Todo lo que se hace podría interpretarse como un acto artístico o como un acto político. Tratar de cambiar el sistema estaría bien, pero no se me ocurre como, de forma sensata. No creo que Fender vaya a quebrar por mi culpa (ni lo deseo), más bien me gusta hacerme mis cosas del mismo modo que me gusta cocinar mi comida, aunque sería más cómodo abrir una lata.
M.E: ¿Qué artistas, en el sentido más amplio del término, consideras que te influencian, y por qué?
F.B: Los primeros, The Cramps, no sólo por su música, también por su forma de ver la vida. Fueron los primeros en impactarme. Aunque no fueron los únicos, consiguieron ser lo bastante famosos como para que pudiera conocerlos.
F.B: Sí, totalmente de acuerdo en que los Cramps no fueron sólo música, añadiría que también fueron más allá de haber sido una amalgama de una estética de lo barato y popular de la historia reciente americana. Veo dos conexiones con tu trabajo. Una porque creo que operaban como los primitivos cogiendo de aquí de allá: títulos de canciones como The creature of the black (leather) lagoon (igual al título de la famosa película de serie B, pero con el leather por el medio; (Bikini) girl falling down the stairs (lo mismo, pero referenciando al conocido cuadro de Duchamp); canciones sobre un basurero (garbageman); Lux como un nuevo modelo de Frankenstein en zapatos de aguja y tanga de vinilo; no acabaríamos nunca de encontrar pruebas de como los Cramps cogían desechos de aquí y de allá y construían su mundo.
M.E: Pero lo hacían, (y esto es lo que en mi humilde opinión los separa de muchos grupos de nostálgicos revivalistas de la música de garage, del punk o del rockabilly y los acerca más a proyectos como el tuyo): en función de una necesidad prioritaria, impaciente, primaria, primitiva (ahí, y no en versionear a Jimmie Rodgers podemos aplicar con corrección el término primitivo): desarrollar un proyecto que para ti es vital, urgente, necesario. Es, por lo tanto, una cuestión de supervivencia, de las necesidades primarias de la existencia, como buscar refugio, cazar, follar, o fabricar herramientas. Si no es por supervivencia, estamos hablando de un primitivismo a lo Zara “made in China”, falso: por mucho que versioneemos a Hasil Adkins o a los Sonics. Es de sobra evidente que los Cramps operaban porque era vital para ellos, ahí es donde veo el segundo punto de encuentro (y bastante más esencial que el primero) con tu proyecto. Creo que te relacionas con los Cramps en lo primitivo porque se nota que ambos proyectos son una cuestión de supervivencia. Si crees que operas por sobrevivir, ¿podrías indicarnos como, de qué formas te las ingenias, y te las has venido ingeniando? Si consideras que lo que acabo de decir va en dirección opuesta a tus verdaderas intenciones, ¿me podrías indicar los cómos y los porqués?
F.B: A veces no puedo dedicarme a mis cosas, pues tengo que trabajar en otras para comer, y me pongo muy rabioso. Y cuando una chica me dice "o tus trastos o yo" le señalo amablemente la puerta. Puede ser que tenga un trastorno del comportamiento. Si me muestran algo mejor, tal vez cambie. Lo que yo hago no es mejor ni peor que lo que hagan otros.